lunes, 6 de febrero de 2017

Traumas emocionales

Marcas emocionales creadas por alguna situación del pasado o presente, imposibilitando curas en las emociones y creando obstáculos para nuevas conquistas.

Las emociones son el motor interno de nuestro organismo, en cuanto el cerebro se encarga de manejar el “hardware” (cuerpo físico), las emociones manejan el “software” (pensamientos, paz, seguridad, autoconfianza, optimismo, etc.)

Las emociones tienen un papel fundamental en nuestra vida diaria, pues con ellas en orden podemos disfrutar de un día caótico como si fuera maravilloso, pero para llegar a ese nivel es necesario colocar esa parte de nuestro, que es tan voluble, en una posición de cura y madurez.

¿Tengo algún trauma emocional?

En primer lugar debemos identificar si esas emociones están dañadas por alguna situación del pasado o del presente. Vamos hacer algunas preguntas básicas que tendrás que responder con completa sinceridad en tus pensamientos.
  1. Piensa rápidamente en cada persona que te rodea de tu familia, e imagina que hubo un catástrofe mundial y que tendrías que vivir con ellos en un bunker pequeño bajo tierra por 50 años y tendrías que compartir una habitación con alguien. ¿Con quién no compartirías habitación de ninguna forma?
  2. Hazte la misma pregunta con algún amigo o familiar lejano. ¿Existe alguien con quien no compartirías un cuarto por 50 años en una situación de emergencia?
  3. ¿Por qué? Si la respuesta es por algo que esa persona te hizo en algún momento en el pasado o continua haciendo, entonces tenemos una situación que hay darle atención.
  4. ¿Existe un lugar que no te gustaría volver a ir? ¿Existe un medio de transporte que no te gustaría volverte a subir? ¿Existe un tema de conversación que te provoca incomodidad extrema?
  5. ¿Por qué?
  6. ¿Despiertas de mal humor o eres una persona que fácilmente entra en estado de ira?
  7. Si tuvieras que recibir algún consejo de una persona que estuviera haciéndote preguntas de todas las áreas de tu vida, ¿en cuál área no le permitirías tener acceso?
  8. ¿Por qué?

Si existe algún trauma emocional, se manifestó un poco la incomodidad sólo al pensar en esa persona, situación o cosa. Nuestra intención no es traerte a la memoria ninguna situación desagradable para dejarte mal el día, y sí para que tengas la capacidad de reconocer que existe algo que necesita de cura.

Tal vez no entiendas el porqué de cada pregunta y que eso tiene que ver con una situación emocional desequilibrada, pero podemos afirmar que la persona, situación o cosa que nos incomoda mucho es porque algo sucedió y si aún trae sentimientos negativos es que porque no ha sido tratado o resuelto. Entonces necesitamos de cura emocional.

¿Cómo ser curado de las emociones?

Esta tal vez sea la respuesta más importante de la humanidad, ya que todos los conflictos, guerras, crímenes de estado y religiosos tienen el origen en conflictos y traumas emocionales.
Los divorcios, sociedades deshechas, padres e hijos alejados, amistades rotas, bloqueos en redes sociales y demás tienen en su mayoría de veces el origen de algún conflicto emocional y la falta de tratamiento de dichos problemas.

La mayoría de nuestras malas decisiones fue por causa de un conflicto emocional que entró en corto circuito con la razón y tal vez no pudimos ver con claridad el panorama completo y seguir el consejo adecuado.

Entonces sí, necesitamos de cura emocional y el primer e más importante paso es reconocer que necesitamos de ayuda.

Cumpliendo este primer requisito te darás cuenta de que las cosas obtendrán un nuevo color y una nueva perspectiva vendrá a tus ojos en las situaciones cotidianas. Esa perspectiva no traerá cura, pero puede prevenir nuevas heridas.

Los pasos para esa cura estarán en otra materia, por razones de tamaño de texto.


Aldery Junior.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Atrévete a entrar y creer

"1 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. 2 Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. 3 Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró.
6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí,
7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. 9 Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. 10 Y volvieron los discípulos a los suyos. 
11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro [...]" Juan 20:1-11


Esta historia se situa en el Domingo después de la muerte de Jesús en el calvario. La resurrección fue un evento ya avisado por Él mismo que acontecería al tercer día, entonces, al llegar ese Domingo, los discípulos ya tendrían que ver a su maestro nuevamente con vida. 


En esta historia encontramos a tres personajes: Pedro, Juan (el discípulo amado) y María.


Vemos como Pedro y Juan estaban corriendo para ir al sepulcro y comprobar las palabras de su maestro Jesús, hasta jugaron a las carreras hasta su destino. Al llegar, ambos entraron al sepulcro, vieron que Jesús ya había resucitado, creyeron y regresaron a los suyos.


Pero el tercer personaje, que es María, observó a sus dos compañeros, los vio llegar, pasar, entrar y salir del sepulcro creyendo en la resurrección. Pero de cierta forma, eso no le fue suficiente para detener su llanto y tristeza, porque María seguía afuera del sepulcro en su mismo estado melancólico aún llena de frustración.


No fue hasta el final del versículo 11, cuando María tomó la decisión de entrar y ver, y cuando tomó ese paso de fe, vio a ángeles y tuvo un encuentro personal con Jesús, lo que todos deseamos.


"[...] y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro" Juan 20:11.


Qué es lo que esto nos enseña?


María estaba a la puerta del sepulcro llorando por un milagro que ya había sucedido, llorando por una bendición que Dios ya había autorizado y efectuado. María no sabía que Jesús ya había resucitado, no porque no podía tener acceso a esa información, sino porque tuvo miedo de creer verdaderamente en la promesa de Jesús. María simplemente llegó a la puerta del sepulcro y lloró por un Jesús que ya no estaba allí, lloró por una bendición que ya había llegado.


En muchas ocasiones no buscamos saber si nuestro milagro ya está autorizado, porque "no entramos al sepulcro a ver", es decir, porque no hemos creído por completo a la Palabra de Dios, aún hay dudas y un pie atrás, por si eso de la "fe" resulta mentira. Y si oramos por un milagro que nosotros mismos no creemos que llegará, seremos igual que María, llorando a la puerta del sepulcro por un supuesto Jesús muerto en el domingo de Resurrección.


Es momento de dejar de estar en la puerta del sepulcro, y dejar de tener un pie atrás en nuestra fe. Es momento de comenzar a creer en lo que Dios dice, es momento de entrar a ver que Jesús ya resucitó, es momento de comprobar que eso de la "fe" es más real de lo que imaginamos.


Entra de lleno a la Fe, y comprueba tu milagro.


Dios te bendiga.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Guerra de pensamientos

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3.

Completa Paz, un par de palabras que son difíciles de entender y hasta de alcanzar. Muchos batallamos con alcanzar poca paz, y hasta nos conformamos, pero "completa paz" es algo que podemos decir que supera nuestra realidad. ¿Qué tan cierto es eso?

La palabra Paz en el hebreo quiere decir plenitud en todos los sentidos, desde el bienestar emocional, salud y hasta en la prosperidad. Esa paz superior es una promesa de Dios, pero es para un grupo específico. ¿Quiénes?

Esta promesa de paz suprema es exclusiva para aquellos que tienen los pensamientos firmes en Dios, es decir, que no cambian las promesas de Dios por el miedo o falta de fe, sino que sin importar los problemas o dificultades sus pensamientos y acciones permanecen cien por ciento agarrados en Dios.

La batalla de David contra Goliat es un ejemplo muy bueno de alguien que tiene los pensamientos firmes en Dios. En 1 Samuel 17:16 dice que Goliat pasó cuarenta días insultando al pueblo de Dios. ¿Porqué el enemigo pasaría tanto tiempo insultando? Porque él sabe que la batalla comienza en vencer con los pensamientos, y en el versículo 11 dice que como todos de Israel estaban con miedo.

El diablo siempre comenzará a atacarnos con pensamientos ¿porqué es su primer ataque? Porque el diablo sabe que está derrotado, tiene una marca en el rostro de la pisada de Jesús, él sabe que está derrotado, pero también sabe que existen algunos cristianos que no saben eso, y que al contrario, sabe que esos cristianos piensan que ellos son los derrotados.

Por eso el diablo consigue vencer tantas batallas contra el pueblo de Dios, porque los pensamientos no han perseverado en Dios. Un ejemplo de eso es cuando salimos de un culto lleno de poder y milagros y a los pocos minutos nos peleamos o cedemos a los deseos de la carne. En un minutos pensamos que "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" y al siguiente minuto "Todo, excepto esto, así que aquí  peco". Pensamientos que no son firmes en Dios. Por eso Dios no puede guardar en paz a esas personas, entonces el miedo viene e invade los corazones.

David, cuando escuchó el desafio de Goliat, no dudó, sino que en seguida supo que tenía que poner a ese enemigo en el lugar que le correspondía. Tomó cinco piedras lisas para acabar con el gigante. Algunos religiosos dicen: "¿Porqué cinco piedras? si tuviera fe lo mataría con una". Pero como dice el Pastor Cash Luna: "Tengo certeza que David estaba pensando: Si no le doy a la primera, le doy a la segunda, pero de cinco no pasa, pero algo que tengo bien cierto es que lo derrotaré".

David tenía sus pensamientos firmes en Dios, por eso el Altísimo lo guardó en completa paz, porque David confiaba en Él.

En el enfrentamiento Goliat le pregunta a David: "¿Por acaso soy perro para vengas a mí con palos?". Imagino que David pensó: Así es Goliat, soy el primero que te hace pensar como perro. El diablo es un derrotado y es así que lo tenemos que hacer sentir.

Mi querido, no temas, no cambies las promesas de Dios por las mentiras del diablo. Persevera tus pensamientos en Dios y él hará el milagro completo.

viernes, 3 de agosto de 2012

Alcanzando la "Completa Paz"

"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado".
Isaías 26:3.

"Completa paz" es una frase muy poderosa y difícil de entender, inclusive podemos decir que hasta imposible de alcanzar. Vivimos en un medio de muchas presiones y tribulaciones, donde alcanzar "media" paz nos cuesta mucho esfuerzo. Por eso entender "completa paz" es difícil para nuestras vidas.

Dios en este versículo está haciendo una promesa poderosa, porque ¿quién es el que no quiere "completa paz"? Todos. Entonces tenemos que empezar entendiendo que esa frase es alcanzable. Las dos preguntas que tenemos que hacer son: ¿Para quiénes? y ¿qué es lo que tenemos que hacer para lograrlo?

Vamos a responder la primera pregunta. ¿Para quién es esa "completa paz"? El versículo nos enseña inmediatamente la respuesta. Esa paz es para todo aquél que "tiene el pensamiento perseverando en Dios". ¿Qué significa eso? Vamos a dar un ejemplo básico para identificar si somos personas que tenemos el pensamiento perseverando en Dios: Imagina a alguien llegando a la iglesia, escuchando una palabra de ánimo y fe, durante esos minutos podemos pensar que nuestros problemas son débiles ante el poder de Dios, y es un pensamiento correcto, pero, al llegar en casa o el trabajo nos enfrentamos con diversas tribulaciones que nos hacen pensar que el Dios no tiene la capacidad de intervenir en nuestras vidas.

Un pensamiento que no persevera en Dios es cuando de un mismo corazón sale la Fe y la Duda, y esas dos palabras batallan en igual fuerza todos los días, es decir, una inconstancia espiritual. Podrás hasta decir: "Yo no soy inconstante espiritual", pero es algo que domina mucho en los hijos de Dios hoy en día, porque la fe no es un compromiso de dos horas dominicales, sino algo más profundo, es una convicción, una confianza en Dios.

Confiar en Dios es algo tan simple, pero tan difícil, pero cuando logramos confiar en Él, nuestros pensamientos cambian, nuestras metas son diferentes, y nuestra actitud ante los problemas también son controlados por la paz de Dios.

La respuesta de la segunda pregunta: "¿qué es lo que tengo que hacer para alcanzar esa paz completa?" está conectada a lo que ya estamos hablando: Confianza. Dios guardará en paz absoluta sólo a aquellos que están confiando en Dios todo el tiempo, a aquellos que piensan en todo momento que el Altísimo es poderoso para hacer cualquier milagro. 

Pensamiento que persevera en Dios, no es sólo un pensamiento aislado, sino un estilo de vida. El versículo menciona una palabra clave: "persevera". Esto nos enseña que habrán tentaciones y oportunidades para dejar de pensar en Dios, pero es ahí donde entra la perseverancia, decidir mantener nuestras mentes conectadas a lo que Dios quiere de mi vida.

Entender "completa paz" no es tan difícil para aquél que confía plenamente en Dios y sabe que Él tiene preparado el mejor camino para nosotros ante cualquier situación. Veo a mi hijo tener completa paz cuando duerme en mis brazos, sin importar si está en la calle, carro o cualquier lugar, en su mente está: "no importa lo que esté sucediendo a mi alrededor, sé que mi papá me va a cuidar y me va a llevar en seguridad hasta mi casa y dormiré tranquilo"... Completa paz, porque existe confianza genuina en un Padre que nunca nos defraudará.

La completa paz es para ti, ¿qué te hace falta para comenzar a disfrutarla?

viernes, 8 de junio de 2012

¿Cómo regresar a mis tiempos de oro?

"y David era el menor.  Siguieron,  pues,  los tres mayores a Saúl. Pero David había ido y vuelto,  dejando a Saúl,  para apacentar las ovejas de su padre en Belén.  Venía,  pues,  aquel filisteo por la mañana y por la tarde,  y así lo hizo durante cuarenta días. Y dijo Isaí a David su hijo: Toma ahora para tus hermanos un efa de este grano tostado,  y estos diez panes,  y llévalo pronto al campamento a tus hermanos. Y estos diez quesos de leche los llevarás al jefe de los mil;  y mira si tus hermanos están buenos,  y toma prendas de ellos." (1 Samuel 17:14-18).

Leemos la historia de David y Goliat en el capítulo 17 del primer libro de Samuel, y conociendo la historia vemos como es exaltado con el hecho de haber matado al gigante opresor, pero la historia de David no comienza ahí.

Desde capítulos anteriores David fue escudero del rey Saúl, quien llevaba sus armas y escudos, protegiendo a su líder. Ahora, imaginen a David siendo llevado al palacio y participar de los privilegios reales, haciendo lo que le gustaba hacer en un lugar ideal. David podría decir: "estoy en el lugar correcto, este es mi tiempo", pero leemos en los versículos mencionados arriba que David volvió a apacentar las ovejas de su padre dejando a Saúl. 

¿Qué pasó con el ministerio glorioso de David lleno de lujos y bendiciones? Tal vez esa historia se repita en nosotros cuando hace algún tiempo atrás Dios nos llamó, llevándonos a lugares maravillosos, usándonos de forma espectacular y de repente... regresamos a "apacentar las ovejitas en un patio lejano". 

Tal vez te sientas olvidado por Dios o los hombres que alguna vez te confiaron una responsabilidad. Tal vez te sientas excluido por estar en un lugar olvidado y poco valorizado. Te preguntarás "¿por qué yo? Después de todo lo que sucedió en mi vida, después de todo lo que Dios me usó". Y es común que el desánimo llegue a nuestras vidas y ministerios porque pensamos que fue todo lo que Dios tuvo para nosotros, pensamos que aquellos "momentos de oro" no volverán más, entonces ¿porqué animarnos? Pero como leemos en la Biblia, esos momentos de oro en la adolescencia de David eran algo tan pequeño comparado con todo lo que Dios lo usó.

Tal vez te estés preguntando "¿Cómo regresar a mis épocas de oro?", estás haciendo mal la pregunta. David no estaba lamentándose por ya no ser escudero del rey, él fue fiel a la siguiente tarea que Dios le dio antes de comenzar verdaderamente su ministerio. La tarea que Dios normalmente da después de una "época de oro" es simples, muy simples, porque Él va a probar nuestra fidelidad, prepararnos y entrenándonos en lo escondido, diciéndonos: "Persevera, ya viste poco de lo que mucho que haré de ti, pero ahora es necesario un fuerte entrenamiento". 

Dios sabía que David tendría que matar un gigante armando hasta en los dientes, por eso en el "patio olvidado de su padre" le mandaba osos y leones para que entrenara con ellos. 

Fidelidad en la tarea simples te llevará en pronto al momento que marcará tu vida y ministerio. El padre de David lo mandó a la guerra. ¡Uau! Al fin David iría hacer algo que tanto amaba, pero su padre le dice: "llévale pan y comida a tus hermanos y regresa". David podría desanimarse y decir: "Yo pensé que ya había llegado" y hacer las cosas de mala manera, pero no, fue fiel en la tarea simple, y fue entonces que comenzó verdaderamente el tiempo de oro de David.

Entonces, ¿Cómo regresar a mis tiempos de oro? Tus tiempos de oro no ha llegado aún, no llores por lo que sucedió tiempo atrás. Sé fiel en esta tarea simple donde Dios te colocó y espera, porque esas tareas simples te están entrenando para el verdadero tiempo de bendición en tu vida.

domingo, 18 de marzo de 2012

¿Cómo salir de la angustia?

"Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios" 1 Samuel 30:6.

¿Quién era el responsable de la angustia de David? ¿Dios? ¿Su familia? ¿Sus amigos? ¿Sus líderes espirituales? No, la única persona responsable de que permanezcamos en una posición de angustia y depresión soy yo mismo.

La palabra nos esclarece que David estaba envuelto en toda la angustia (La angustia es un estado afectivo de carácter penoso que se caracteriza por aparecer como reacción ante un peligro desconocido o impresión. Suele estar acompañado por intenso malestar psicológico y por pequeñas alteraciones en el organismo, tales como elevación del ritmo cardiaco, temblores, sudoración excesiva, sensación de opresión en el pecho o de falta de aire (de hecho, “angustia” se refiere a “angostamiento”, que las paredes de nuestra vida se hagan más pequeñas).

En el sentido y uso vulgares, se lo hace equivalente a ansiedad extrema o miedo). Nuestro alrededor no tiene la obligación de mantenernos animados, al contrario, al parecer el mundo se encarga sólo de desanimarnos y hacernos pensar que somos débiles ante él.

Hasta el mismo Jesucristo pasó por extrema angustia en los últimos momentos de su ministerio.
Cuando los problemas se hinchan y nos sentimos sin lugar a donde ir, Dios nos provee de una salida. El fortalecimiento en el Señor.

¿Qué hacer para fortalecerse en el Señor sin depender de otra persona?

1. Levantarse. (1 Samuel 23:16  Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios).
      a. Tomar una decisión definitiva en tu vida.
      b. Hacer un esfuerzo físico, emocional y espiritual.
      c.Tener conciencia de que Dios no te formó para estar angustiado ni desanimado.

2. Desechar el pecado. (1 Crónicas 17:6 Y se animó su corazón en los caminos de Jehová, y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá)
      a. Contemplarte en el futuro. ¿Si sigues pecando, donde terminarías?
      b. Huye del pecado. (Proverbios 6:7 ¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan?)
      c. Buscar la SANTIDAD.

3. Dando Gloria a Dios. (Romanos 4:20 Tampoco dudó, por incredulidad,  de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios).
      a. Quitar de tu vocabulario todo lo que no glorifica a Dios y agregar palabras y frases que SÍ glorifican a Dios.
      b. Quitar hábitos que no glorifican a Dios y buscar los que SÍ lo glorifican.
      c. Comienza a ver que en todas partes existe la Gloria de Dios. (Salmos 148:13 Alaben el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos).

4. No tener duda ni incredulidad. (Romanos 4:20 Tampoco dudó,  por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe,  dando gloria a Dios).
      a. La duda es pecado. (Romanos 14:22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios.      
Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba, Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado).

5. Ser fiel en el ministerio. (1 Ti 1:12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio).
      a. El Reino de Dios debe ser nuestra motivación al despertar y al dormir. (Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,  y todas estas cosas os serán añadidas).
      b. El Reino de Dios está en todo lugar, no sólo en la iglesia (Salmos 103:19 Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos).

6. Dar gracias a Dios. (1 Ti 1:12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio).
      a. Dar gracias es alegrarte por lo que Dios ha hecho y hará en tu vida.
      b. Dar gracias nunca envolverá petición.

7. Tener pleno convencimiento. (Romanos 4:21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido).
      a. La armadura de Dios no son sólo símbolos militares que nos emocionan a luchar en esta guerra espiritual, sino es la naturaleza y el labor que Cristo nos ha enseñado.


Dios no quiere que estemos sufriendo en este mundo, quiere que disfrutemos de la Gloria de Dios.
¿Estás esperando una gran bendición para poder decir que eres feliz? ¿Porqué no comienzas a ser feliz ahora, cuando no tienes que estás pidiendo?

jueves, 8 de marzo de 2012

Lo que nos estorba para alcanzar la bendición

En el libro de Génesis capítulo 13 narra la historia de Lot y Abram. Dios llamó a Abram a salir de su tierra y dejar a su familia para comenzar la jornada rumbo a su bendición, y efectivamente Abram salió de su tierra natal y dejó a sus familiares excepto a su sobrino Lot.

Entonces Abram comenzó su viaje con su esposa y siervos y también Lot y los que con él estaban. Y en el versículo siete vemos como los pastores de Lot entraron en conflicto con los pastores de Abram porque la tierra no era suficiente para las dos familias. Fue entonces que Abram tuvo que tomar una decisión, una decisión que todos nosotros tenemos que tomar en algún momento de nuestra jornada con Dios.

¿Cuál es el significado de todo esto? Es muy simple. Abram representa a cada uno de nosotros en nuestra jornada en la vida cristiana. Dios nos llama a dejar el mundo y nuestra vida antigua y comenzar una vida de exclusiva dependencia a Dios. Lot representa la naturaleza pecaminosa que por decisión traemos con nosotros en nuestra vida diaria, es decir, la carne o el pecado.

Lot no era para estar con Abram, así como el pecado no es para que esté con nosotros en nuestra vida cristiana. Pero Abram no logró desprenderse por completo de Lot, así como para muchos de nosotros nos es difícil desprendernos de nuestra naturaleza pecaminosa del pasado y decidimos traer eso a nuestro presente.

Así como los pastores de Lot tuvieron problemas con los pastores de Abram, así la carne siempre estará en conflicto con nuestro espíritu. Porque la vida cristiana no puede sustentar la voluntad de la carne y la voluntad del espíritu al mismo tiempo. No podemos juntar pecado con ministerio. Siempre habrá problemas si insistimos en ello.

Abram tuvo que tomar una decisión, así como nosotros que también tenemos que tomar una decisión. En el versículo ocho hasta el diez Abram tuvo que corregir la situación, diciéndole a Lot que se alejara de él, tomando caminos diferentes.

Eso es lo que tenemos que hacer en nuestras vidas, decirle al pecado que nos acompaña que se aleje de nosotros y tomar un camino diferente. Si el pecado va a la izquierda entonces iremos a la derecha, pero no más Lot en nuestra jornada cristiana.

Y hasta después de que Abram se separó de Lot fue entonces que Dios declaró la bendición. Será hasta que tomes una decisión de renunciar al Lot que te acompaña que Dios comience a hablar verdaderamente a tu vida.

Traumas emocionales

Marcas emocionales creadas por alguna situación del pasado o presente, imposibilitando curas en las emociones y creando obstáculos para nue...