viernes, 27 de enero de 2012

Clama a mí y yo te responderé

"Así ha dicho Jehová,  que hizo la tierra,  Jehová que la formó para afirmarla;  Jehová es su nombre: Clama a mí,  y yo te responderé,  y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces" Jeremías 33:2-3.

Este versículo es muy famoso, inclusive fácil de memorizar (Jeremías 33:3 "Clama a mí y yo te responderé"), pero sólo nos sabemos esa parte, porque es la parte en la que recibimos y somos consentidos por Dios.

Pero antes y después de esa parte famosa "Clama a mí y yo te responderé" existen algunas frases muy poderosas que no podemos ignorar, y que harán de nuestra parte favorita más maravillosa aún:

El versículo 2 comienza enseñando quién es el autor de la promesa, El Eterno, el que hizo la tierra, el Todopoderoso. Dios quiere enseñarnos que él programó todo el universo en cada detalle, inclusive nuestras vidas y la ruta de nuestras decisiones. ¿Porqué?

Para afirmarnos, dice el versículo, hizo la tierra, cada detalle del espacio para afirmarla. No comenzó afirmada y formada, como nuestra vida no comienza afirmada y formada, pero Dios quiere que alcancemos nuestro objetivo dentro de su voluntad, Dios quiere afirmarnos.

¿Quién es ese que quiere afirmarnos? Jehová es su nombre... El Dios todopoderoso. Y Él nos pide que clamemos, pero... ¿qué significa clamar? esta palabra hebrea Cará significa: Acosar a una persona, insistir sin desistir. "Clama a mí", sólo a Jesús, clama sólo a Dios. Insiste sólo a Dios. Dios quiere que clamemos sólo a él, no al trabajo, al jefe o al banco, sino sólo a Él.

La respuesta vendrá y Dios quiere que reconozcas quien fue el que te respondió... y yo te responderé... porque en diversas ocasiones recibimos el milagro y le damos el crédito al médico, al familiar, amigo, institución, etc, pero menos a Dios. Por eso no viene sobrando la frase de Dios: y Yo te responderé.

Y cuando todo eso suceda, cuando entiendas quién es ese Dios a quien le debes clamar, Él promete enseñarte cosas grandes. Ahora imagina que el cielo siendo tan grande no pueden contenerlo, entonces ¿a qué se refiere con "grande"? Debe ser algo realmente grande... No te acostumbres a lo pequeño del mundo, recibe lo GRANDE de Dios. Lo grande de Dios nadie lo entenderá, porque serán cosas ocultas, guardadas exclusivamente para ti, cosas que nadie conocía, pero era parte del plan precioso y perfecto del Altísimo.

Por eso, cuando leas, digas o escuches: "Clama a mí y yo te responderé" recuerda que a ese mensaje le falta algo más para completar la bendición, una bendición GRANDE y PODEROSA. Que Dios te bendiga.


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