domingo, 18 de marzo de 2012

¿Cómo salir de la angustia?

"Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios" 1 Samuel 30:6.

¿Quién era el responsable de la angustia de David? ¿Dios? ¿Su familia? ¿Sus amigos? ¿Sus líderes espirituales? No, la única persona responsable de que permanezcamos en una posición de angustia y depresión soy yo mismo.

La palabra nos esclarece que David estaba envuelto en toda la angustia (La angustia es un estado afectivo de carácter penoso que se caracteriza por aparecer como reacción ante un peligro desconocido o impresión. Suele estar acompañado por intenso malestar psicológico y por pequeñas alteraciones en el organismo, tales como elevación del ritmo cardiaco, temblores, sudoración excesiva, sensación de opresión en el pecho o de falta de aire (de hecho, “angustia” se refiere a “angostamiento”, que las paredes de nuestra vida se hagan más pequeñas).

En el sentido y uso vulgares, se lo hace equivalente a ansiedad extrema o miedo). Nuestro alrededor no tiene la obligación de mantenernos animados, al contrario, al parecer el mundo se encarga sólo de desanimarnos y hacernos pensar que somos débiles ante él.

Hasta el mismo Jesucristo pasó por extrema angustia en los últimos momentos de su ministerio.
Cuando los problemas se hinchan y nos sentimos sin lugar a donde ir, Dios nos provee de una salida. El fortalecimiento en el Señor.

¿Qué hacer para fortalecerse en el Señor sin depender de otra persona?

1. Levantarse. (1 Samuel 23:16  Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios).
      a. Tomar una decisión definitiva en tu vida.
      b. Hacer un esfuerzo físico, emocional y espiritual.
      c.Tener conciencia de que Dios no te formó para estar angustiado ni desanimado.

2. Desechar el pecado. (1 Crónicas 17:6 Y se animó su corazón en los caminos de Jehová, y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá)
      a. Contemplarte en el futuro. ¿Si sigues pecando, donde terminarías?
      b. Huye del pecado. (Proverbios 6:7 ¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan?)
      c. Buscar la SANTIDAD.

3. Dando Gloria a Dios. (Romanos 4:20 Tampoco dudó, por incredulidad,  de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios).
      a. Quitar de tu vocabulario todo lo que no glorifica a Dios y agregar palabras y frases que SÍ glorifican a Dios.
      b. Quitar hábitos que no glorifican a Dios y buscar los que SÍ lo glorifican.
      c. Comienza a ver que en todas partes existe la Gloria de Dios. (Salmos 148:13 Alaben el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos).

4. No tener duda ni incredulidad. (Romanos 4:20 Tampoco dudó,  por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe,  dando gloria a Dios).
      a. La duda es pecado. (Romanos 14:22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios.      
Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba, Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado).

5. Ser fiel en el ministerio. (1 Ti 1:12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio).
      a. El Reino de Dios debe ser nuestra motivación al despertar y al dormir. (Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,  y todas estas cosas os serán añadidas).
      b. El Reino de Dios está en todo lugar, no sólo en la iglesia (Salmos 103:19 Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos).

6. Dar gracias a Dios. (1 Ti 1:12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio).
      a. Dar gracias es alegrarte por lo que Dios ha hecho y hará en tu vida.
      b. Dar gracias nunca envolverá petición.

7. Tener pleno convencimiento. (Romanos 4:21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido).
      a. La armadura de Dios no son sólo símbolos militares que nos emocionan a luchar en esta guerra espiritual, sino es la naturaleza y el labor que Cristo nos ha enseñado.


Dios no quiere que estemos sufriendo en este mundo, quiere que disfrutemos de la Gloria de Dios.
¿Estás esperando una gran bendición para poder decir que eres feliz? ¿Porqué no comienzas a ser feliz ahora, cuando no tienes que estás pidiendo?

jueves, 8 de marzo de 2012

Lo que nos estorba para alcanzar la bendición

En el libro de Génesis capítulo 13 narra la historia de Lot y Abram. Dios llamó a Abram a salir de su tierra y dejar a su familia para comenzar la jornada rumbo a su bendición, y efectivamente Abram salió de su tierra natal y dejó a sus familiares excepto a su sobrino Lot.

Entonces Abram comenzó su viaje con su esposa y siervos y también Lot y los que con él estaban. Y en el versículo siete vemos como los pastores de Lot entraron en conflicto con los pastores de Abram porque la tierra no era suficiente para las dos familias. Fue entonces que Abram tuvo que tomar una decisión, una decisión que todos nosotros tenemos que tomar en algún momento de nuestra jornada con Dios.

¿Cuál es el significado de todo esto? Es muy simple. Abram representa a cada uno de nosotros en nuestra jornada en la vida cristiana. Dios nos llama a dejar el mundo y nuestra vida antigua y comenzar una vida de exclusiva dependencia a Dios. Lot representa la naturaleza pecaminosa que por decisión traemos con nosotros en nuestra vida diaria, es decir, la carne o el pecado.

Lot no era para estar con Abram, así como el pecado no es para que esté con nosotros en nuestra vida cristiana. Pero Abram no logró desprenderse por completo de Lot, así como para muchos de nosotros nos es difícil desprendernos de nuestra naturaleza pecaminosa del pasado y decidimos traer eso a nuestro presente.

Así como los pastores de Lot tuvieron problemas con los pastores de Abram, así la carne siempre estará en conflicto con nuestro espíritu. Porque la vida cristiana no puede sustentar la voluntad de la carne y la voluntad del espíritu al mismo tiempo. No podemos juntar pecado con ministerio. Siempre habrá problemas si insistimos en ello.

Abram tuvo que tomar una decisión, así como nosotros que también tenemos que tomar una decisión. En el versículo ocho hasta el diez Abram tuvo que corregir la situación, diciéndole a Lot que se alejara de él, tomando caminos diferentes.

Eso es lo que tenemos que hacer en nuestras vidas, decirle al pecado que nos acompaña que se aleje de nosotros y tomar un camino diferente. Si el pecado va a la izquierda entonces iremos a la derecha, pero no más Lot en nuestra jornada cristiana.

Y hasta después de que Abram se separó de Lot fue entonces que Dios declaró la bendición. Será hasta que tomes una decisión de renunciar al Lot que te acompaña que Dios comience a hablar verdaderamente a tu vida.

Traumas emocionales

Marcas emocionales creadas por alguna situación del pasado o presente, imposibilitando curas en las emociones y creando obstáculos para nue...