viernes, 19 de agosto de 2011

El silencio de Dios

"Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa." Hebreos 10:36.

Estaba recordando algunas ocasiones en que mi hijo de dos años me pidió un paseo en su triciclo, y como estaba trabajando le dije "Si hijo, pero después de que duermas tu siesta de la tarde" para continuar trabajando, y de forma muy interesante se acostó a dormir inmediatamente. Dos horas después se levanta y viene corriendo a mis brazos diciendo "calle papá, triciclo", lo que me dio mucha ternura porque no olvidó la promesa que le hice y me hizo recordar que no debo olvidar ninguna promesa que le haga.

Ahora piensa en la perfección de nuestro Padre Celestial, Él no olvida ninguna promesa, pero el cumplimiento es lo que es diferente en cada ocasión. Recuerdo algunos pasajes bíblicos que hasta hoy me impactan y ministran a mi corazón cada vez que los leo o los recuerdo.

"Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra." Mateo 15:22-23.

Yo creo que en diversas ocasiones hemos sentido que Dios nos ignora porque no entendemos ese silencio insoportable de Dios. Jesús no le respondió palabra no porque era un Dios malo o porque no tenía respuestas en ese momento, era porque quería darle una bendición mayor, siempre es para dar una bendición mayor que el sufrimiento. En este pasaje Dios prueba varias veces la fe de esta mujer, pero siempre fue intencional, para que al final Jesús pudiera declarar: "Mujer, GRANDE es tu fé, sea hecho como tú quieres".

¿O tu no quieres que Jesús te digo eso? pero la mujer cananea tuvo que perseverar para recibir tan grande bendición, porque Jesús no le dijo: "recibe lo que necesitas", le dijo: "recibe lo que quieres", existe una diferencia muy grande. Pero ella pasó por algo que a nosotros no nos gusta pasar: El Silencio Momentáneo de Dios.

Recuerdo a Abraham en Génesis 22 que recibió la orden de sacrificar a su hijo sin más instrucciones. Abraham durante 3 días hasta que Dios le pidió que se detuviera porque sabía que iría obedecer. Abraham pasó el insoportable Silencio de Dios para recibir una bendición gigante.

Recuerdo que en 1Reyes 17 y 18 Dios le pide a Elías que viva con una viuda, gracias a Dios suceden muchos milagros allí, pero en el primer versículo del capítulo 18 dice: "Después de muchos días, al tercer año...", es decir, Elías tardó tres años en la casa de la viuda sin más instrucciones de Dios, él recibió la primera instrucción y de ahí pasó por el Largo Silencio de Dios por tres años.

Entonces, ¿Cuánto tardará en llegar nuestras bendiciones? Eso dependerá del propósito de esa bendición en nuestras vidas y de lo preparado que estemos para recibirla, que por lo general nunca lo estamos y tenemos que pasar por un proceso largo de tratamiento y humillación para entender algo del gran y perfecto plan de Dios.

Si Dios te prometió algo, no quieras que se cumpla inmediatamente si no estás listo, puede que tarde algún tiempo, una semana, un mes, algunos años, pero créeme que cuando te digo que al final de todo, cuando estés disfrutando de esa bendición dirás: "Toooddooo valió la pena".

miércoles, 17 de agosto de 2011

Dios escucha tu gemido

Éxodo 2:24-25 “Y oyó Dios el gemido de ellos,  y se acordó de su pacto con Abraham,  Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel,  y los reconoció Dios.

Quiero enfocarme sólo a la frase: "oyó Dios el gemido de ellos".

Existimos muchos que alguna vez pensamos que Dios no nos escucha, pero no hay ningún registro bíblico de que Dios no escuchó en algún momento de la historia de la humanidad al hombre.

Dios está ahí cuando lloras, Él escucha cuando gimes, él observa la trayectoria de tu lágrima, Dios te escucha. Pero podrás preguntarte: ¿Porqué no escucho a Dios o porqué no interviene? La respuesta de esa pregunta depende mucho de cada uno y nuestra actitud ante nuestra actual situación.

Lo que les puedo asegurar es cuando exista lo que llamamos "silencio de Dios" es por una poderosa razón, porque ese silencio siempre antecederá una realización de alguna promesa. Aconteció con Israel, que es el versículo que estamos usando. Dios estuvo en silencio durante más de 300 años, pero Dios estaba preparando una tierra para levantar una nación.

Aconteció con la mujer cananea (Mateo 15:21-28) en que leemos que el versículo 23 describe algo impactante: "Jesús no le declaró palabra", es decir, estuvo en silencio delante una petición tan emotiva. Pero ¿Porqué Dios hace esas cosas? A pesar de las diversas situaciones o demoras del silencio de Dios, el proceso es el mismo: Nuestra actitud correcta ante el problema, es decir, continuar confiando en Dios sin excusas y esperar plenamente de que en breve estaremos comiendo de nuestras promesas realizadas.

Dios escucha nuestras oraciones, sólo confía en Él y espera...

sábado, 13 de agosto de 2011

Suicidio Ministerial

Éxodo 2:11-15 "En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés,  salió a sus hermanos,  y los vio en sus duras tareas,  y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos,  sus hermanos.
12 Entonces miró a todas partes,  y viendo que no parecía nadie,  mató al egipcio y lo escondió en la arena.
13 Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían;  entonces dijo al que maltrataba al otro:  ¿Por qué golpeas a tu prójimo?
14 Y él respondió:  ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros?  ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?  Entonces Moisés tuvo miedo,  y dijo:  Ciertamente esto ha sido descubierto.
15 Oyendo Faraón acerca de este hecho,  procuró matar a Moisés;  pero Moisés huyó de delante de Faraón,  y habitó en la tierra de Madián."

Cuando sabemos y conocemos que tenemos un llamado de Dios y no estamos preparados, corremos un gran riesgo de matar nuestro propio ministerio, a seguir desglosaremos cada parte de los versículos con aplicaciones y ejemplos a nuestra vida.


  1. Entonces miró a todas partes,  y viendo que no parecía nadie
    1. Creemos que cuando actuamos de forma inmadura nadie nos ve, pero siempre hay
    2. Salió a sus hermanos.
      1. Te das cuenta de tu llamado, percibes a lo que Dios te llamó.
      2. Pero sales sin haber sido preparado, sin experiencia, sin conocimiento, ni autoridad de Dios.
      3. Sales emocionado porque ya sabes cuál es tu llamado pero aún falta preparación.
    3. y lo vio en sus duras tareas.
      1. Te das cuenta de que el Ministerio es duro, por lo que puedes tener miedo o emocionarte.
      2. Pero cuál sea tu decisión tiene que venir de lo alto.
    4. Ve una injusticia.
      1. Él era el que Dios usaría para liberar a su pueblo.
      2. Dios tiene planes para nuestras vidas y a los que están en derredor.
      3. Nuestra desesperación para alcanzar nuestros objetivos es más que nuestra madurez.
    5. Mirar a todas partes.
      1. Moisés tuvo una idea para resolver la situación, pero nadie podía verlo.
      2. Cuando somos inmaduros creemos que tenemos la solución de todo problema ministerial.
      3. Nuestra inmadurez nos lleva hasta planear soluciones que aparentemente no interesa a los líderes y pastores.
    6. Viendo que no aparecía nadie.
      1. Moisés no vio a nadie, pero eso no significa  alguien observando.
    7. Tomar tus decisiones sin tomar en cuenta a Dios siempre será el camino a la muerte ministerial.
    8. Moisés ya se creía el líder, cuando ni siquiera se tomaba tiempo con Dios.
    9. Moisés como no recibía instrucciones de Dios creía que todo lo que hacía era lo correcto.
    10. Moisés comenzó a matar su ministerio por actuar sin sabiduría e prudencia.
  2. Al día siguiente.
    1. Moisés creyó su ministerio estaba andando perfectamente. Pero ni siquiera había comenzado. Sin Dios no hay Ministerio.
    2. A Moisés le gustó resolver las cosas sin necesidad de buscar a Dios.
  3. vio.
    1. Como funcionó lo de resolver conflictos, fue a buscar más conflictos.
    2. Cuando buscas encuentras.
  4. a dos hebreos que reñían.
    1. Moisés sabía que Dios lo iría usar en algo, pero aún no había entendido qué.
    2. Israel estaba un poco lejos de Dios, habría que acercarlos a Dios primero.
    3. Moisés creyó que su ministerio era de reconciliación y no de liberación.
  5. ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez?
    1. Cuando no hay autoridad, simplemente no hay autoridad.
    2. La autoridad viene con la santidad.
    3. La santidad viene con la intimidad.
  6. Tuvo miedo.
    1. ¿Dónde está ese hombre que se creía Superministro?
    2. Cuando no hay búsqueda de Dios para madurar nunca habrá autoridad.
    3. Cuando no hay autoridad en medio de una guerra espiritual, las cosas se complican.
  7. Faraón quiso matarlo.
    1. Cuando creemos que somos Superministros y estamos en total inmadurez nos metemos en muchos problemas ministeriales y espirituales porque no tenemos cobertura ni la autoridad legal para hacerlo.
    2. Intentas derrotar al enemigo sólo cuando aún no entendiste que Dios dio la autoridad a la iglesia y no a una sola persona.
    3. Habremos jugado con el diablo y sus demonios sin madurez, preparación, conocimiento ni autoridad.
  8. Huyó.
    1. Moisés huyó cuando prometía un ministerio fuerte y saludable.
    2. Cuando no buscamos a Dios, cuando no buscamos un mentor, cuando hacemos las cosas sólos estaremos matando nuestro ministerio a una gran velocidad.

Conclusión:
No desperdicies el precioso y gran llamado de Dios en tu vida ignorando el tiempo de la preparación. Todos los ministerios exitosos registrados en la Biblia pasaron por un momento fuerte de preparación y discipulado. Por lo tanto, concluimos que ese es el mejor camino para no matar nuestro ministerio.

Traumas emocionales

Marcas emocionales creadas por alguna situación del pasado o presente, imposibilitando curas en las emociones y creando obstáculos para nue...